El dibujo tiene esa lentitud que nos permite reflexionar, proyectar y ensayar de manera consciente, tiene todas las dudas y las certezas del proceso de diseño. Cuando uno dibuja mientras piensa, difícilmente obtiene un dibujo definitivo.

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Dibujar deja rastros, evidencias. Son episodios de tu proceso de pensamiento y huellas que te permiten volver a cualquier punto donde hayas estado consciente y sin prisa. Te da tiempo para pensar mientras lo vas elaborando, te acompaña.

 

Permite el pensamiento transversal; con frecuencia los caminos de un diseño derivan en otro diseño e inconscientemente van construyendo una biblioteca de ideas infinitas.

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“el dibujo es forma de pensamiento que elude clasificación, mezclando sin pudor realidad y fantasía, medida con infinito, pequeñez con inmensidad, variedad con repetición, tradición con innovación. Voces, vistas y mentes registradas en superficies.” Ian Dutari.

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